Un día dejas de hablarte con alguien por orgullo, alguien a quien
quieres de corazón y piensas que sin el no puedes estar. Crees que
vendrá detrás de ti como muchas otras veces, y sigues con tu orgullo,
esperando a que el venga.
Los días se hacen semanas y las semanas meses, ves que ella no viene y
te mueres de ganas de abrazarla, de llevarte bien con ella , quieres ser
tu quien vaya a hablarle, pero el mismo orgullo que os alejó es el que
impide que le puedas decir nada.. y así los meses se hacen años y los
años se hacen recuerdos.
No dejes que el orgullo destroce una amistad, sobre todo si esa amistad,
es lo más gande que tienes . Porque las semanas se hacen meses y los
meses años, y sin darte cuenta te alejas para siempre.
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